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Psic. María Fernanda Castillo

¿Qué pasa en nuestro cerebro cuando nos enamoramos?

Alguna vez te has preguntado ¿Qué es lo que pasa en nuestro cerebro cuando nos enamoramos? ¿Por qué nos enamoramos?, ¿En cuánto tiempo nos podemos enamorar? Pues a través en esta entrada vamos explicarte que sucede en tu cerebro cuando aparece el enamoramiento.


Todos nos hemos enamorado alguna vez, hemos presenciado esa sensación de “mariposas” en el estómago, esas ganas de estar con esa persona, ese sentimiento que pareciera que podríamos “morir” de amor, en ese instante en que vemos a nuestra pareja o a nuestro “crush”.


Podemos también recordar la famosa historia de William Shakespeare, aquella donde dos jóvenes se enamoran perdidamente, en un lapso no mayor a tres días, el único obstáculo es la riña entre las familias de ambos, los Capuleto y los Montesco.


Pero… ¿Qué hizo que Romeo y Julieta se enamoraran al instante? ¿Realmente fue que Julieta era extremadamente bella? o ¿Será que algo pasaba en el cerebro de ambos?


Actualmente existen muchos estudios que nos hacen pensar dos veces en si realmente es amor o simplemente un proceso de nuestro cerebro. Todos estos estudios científicos nos permiten tener una nueva perspectiva de la palabra “amor”.


Veamos qué es lo que pasa en nuestro cerebro cuando nos “enamoramos”


Cuando Romeo y Julieta se enamoraron algo estaba pasando en el cerebro de ambos, ¡HORMONAS! Si, las hormonas toman un papel muy importante en toda esta historia a partir de hoy, ya que las hormonas son las encargadas de que parezcan la atracción sexual, el apego y el amor romántico, componentes básicos del amor.


ATRACCIÓN SEXUAL


El estrógeno (hormonas femeninas), la testosterona (hormonas masculinas) y el cortisol (hormona del estrés) son responsables de estas “mariposas” en el estómago y crean esta sensación eufórica cada que vemos a la persona que nos gusta o a nuestra pareja.

Estas hormonas lo que provocan es que en ciertas áreas de nuestro cerebro disminuya el razonamiento y el juicio.


AMOR ROMÁNTICO


Este efecto de “amor romántico” sucede por la liberación de algunos neurotransmisores (mensajeros químicos de nuestro cerebro) como dopamina, norepinefrina y serotonina (“la droga del amor”).

Estos mensajeros ayudan a darle una “recompensa” a nuestro cerebro, lo cual provoca una sensación placentera para nuestro organismo.


La dopamina es la encargada de producir la sensación de enamoramiento, la norepinefrina (o noradrenalina) es la encargada de producir esta sensación de euforia, y nos hace recordar hasta el mínimo detalle de nuestra pareja, y la serotonina actúa sobre las emociones y el estado de ánimo, es la responsable de la sensación de bienestar, generar optimismo y buen humor.


Así que probablemente rompamos tus expectativas sobre la historia de Romeo y Julieta, pero a decir verdad ese “amor romántico” eran neurotransmisores puros, en vivo y a todo color.


APEGO


El apego ha sido algo muy importante a lo largo de la historia del ser humano, es algo esencial para generar relaciones familiares y sociales, pero al igual que los demás procesos, también intervienen hormonas como la oxitocina que está relacionada con esa sensación de confort al contacto físico y la vasopresina es responsable del apego entre hombres. Ambas hormonas se encargan de que experimentemos la sensación de seguridad y sentirnos relajados al estar con amigos, familia y en este caso con nuestra pareja.


El concepto de “amor” es algo mucho más complejo que sólo hormonas.

El “amor” está en cada detalle que demos y recibimos, y no nos referimos a lo material, sino más bien a los valores que ejercemos en todas nuestras relaciones, respeto, honestidad, empatía, comunicación y tolerancia.


Quizá muchas veces el “amor”, desde una perspectiva de pareja pueda ser doloroso, y no precisamente porque las hormonas de nuestro cerebro tengan la culpa, habrá que revisar esas expectativas que nosotros mismos creamos alrededor de una persona en específico y de nuestras relaciones, y también aceptar que quizá no estemos recibiendo o dando esos valores que mencionamos anteriormente.



¡Feliz Día del Amor y la Amistad!


Psic. María Fernanda Castillo


“El amor es una actividad, no un efecto pasivo; es un estar continuado, no un súbito arranque”

-Erich Fromm-


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